sábado, 22 de septiembre de 2012

Mujeres y letras



Con esta suerte de manifiesto te vomito de mi sistema. Y no escribo esto como un hombre triste, esquizofrénico, obsesivo, mala leche, rencoroso. Lo digo como un hombre feliz. Porque me hiciste volver a escribir y volver a sentir algo, cuando creía que ya había perdido el tacto para con la vida en ciertas áreas.

Fuiste un proceso intelectual complejo. Sumamente sensual.
Contate entre mis musas favoritas.

Gracias totales.

lunes, 17 de septiembre de 2012



Próximamente mi manifiesto sobre las mujeres y las letras...



A vos te va a gustar.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Por ahí no son vos... No sé...

domingo, 9 de septiembre de 2012

A la niña del poema


No me descuides,
que puedo cesar
de escribirte,
y así, matarte.

Porque mujer no escrita,
no existe.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Esto es ser hombre


jueves, 6 de septiembre de 2012



Las palabras no entienden lo que pasa...



Me molesta. Me irrita. Me desquicia.
Me impotencia saber que es imposible plasmar la realidad, los sentimientos, la vida, en papel. Saber que el poder no lo tengo yo; no lo tienen mis palabras.
Cuidado. No se confundan. El poder no lo tiene el lector; el poder lo tiene su experiencia.

Son en vano mis esfuerzos de clavar en una hoja el rencor amoroso, si aquel que lee nunca sangró por amor. Da igual qué adjetivo utilice o qué tan estratégicamente posicione mis comas, si su sensibilidad (o insensibilidad) lo convierte en un ciego literario.

Da igual.




*Las palabras no entienden lo que pasa - Salvador Puig


Las palabras no entienden lo que pasa:
Las vocingleras, las oscuras, las dóciles,
las que llaman las cosas por su nombre,
las que inventan el nombre de las cosas;
las palabras que dije o me dijeron,
las que aprendí en los libros,
las que escribo,
las que pensé mirando una ventana,
las que acercándose al silencio, gritan;
las que al tocar el fuego, se desfogan,
las que truecan los trinos y los truenos,
las que sirven la mesa de mi casa,
las de la nítida caligrafía que cae por las paredes de la escuela,
las que dicen a dúo el pez y el pájaro;
las palabras que tuve o que no tuve
para llamar al mundo y que viniera,
las que tienden un hilo minucioso
que va de los balcones a las bocas,
y de las bocas a la historia, y pasan,
las que pasan la noche entre papeles,
o suben la escalera del insomne,
y se introducen en su sueño a ciegas;
las que ordenan el ruido en los rincones,
las que barren el vómito de rabia,
las que saltan del fémur a la luna,
las que cortan la sombra calcinante,
las que labran un nombre en una piedra
para mejor perpetuar el olvido,
las que bajan al árbol por el aire
y se trepan al cielo por el tronco,
las que mastican un cangrejo lento,
las que anuncian el fin de la Cuaresma,
las que le quitan sueño al asesino
y lo dejan dormir y le montan guardia,
las que no sangran, aunque se las hiera,
las que no mueren, aunque se las mate;
las que roban futuro en un embudo,
las que administran mitos y virtudes,
las que mantienen trato con el viento,
las que advierten el agua incinerada,
las que abren los labios de la tierra
buscando el astrolabio de tu grito,
las que te dicen, sin creer que oyes:
–Vuelve a pelear Ramón, aunque te mueras...
Las palabras no entienden lo que pasa.

martes, 4 de septiembre de 2012

Utópicos socialistas infundados se toman la molestia de tildarme de "capitalista" por el simple hecho de no aborrecer el mercado de consumo de Estados Unidos, pero son ellos y no yo, los verdaderos capitalistas. Ellos son capitalistas humanos. Consumen relaciones como si de productos perecederos se tratasen. Hacen plan recambio cada tres semanas. Nuevos modelos según la estación. Consumen gente. Fagocitan sentimientos. El sexo es la moneda de cambio. Bastardizan el amor de la misma manera que Tinelli bastardiza a la mujer como objeto sexual en tanga prestando servicios a onanistas sin futuro. Incapaces de amar.

No sé si me falta más 'hombre', si me falta posmodernismo, o siglo XXI.


Pero no lo acepto. No me gusta. Me da asco.

domingo, 2 de septiembre de 2012